30/11/11

Día simiesco: Lanzamiento Blu Ray de "El Origen del Planeta de los Simios"



Hoy he tenido un día "simiesco". Esta tarde tenía el screening del lanzamiento del Blu Ray de “El origen del Planeta de los Simios” (Rupert Wyatt, 2011), donde nos han mostrado algunos de los extras que acompañan al lanzamiento de la precuela de la famosa saga iniciada en 1968 por el icónico film de Charlton Heston, dirigido por Frankin J. Schaffner.

Para no desentonar, me he puesto las pilas y he visto la película. Luego, en el screening, he podido degustar parte de los extras del Blu Ray, todo un monográfico sobre la deslumbrante tecnología digital que hay detrás de este tipo de films, desde un “como se rodó” la escena final de la batalla en el puente de San Francisco (recreado para la ocasión en los estudios de rodaje en Nueva Zelanda), hasta la técnica de la motion capture aplicada sobre el imprescindible en estas lides Andy Serkis, o la postproducción de la empresa neozelandesa Weta, responsable también de otro célebre primate, el King Kong de Peter Jackson, o de El Señor de los Anillos, entre otros.

El lanzamiento en versión doméstica, será el 14 de diciembre, y en tres formatos contenidos en el mismo pack: Blu Ray, DVD y copia digital. La idea, según explican desde Fox, se enmarca en una estrategia general (cuya presentación era el objetivo velado del screening) para captar a los consumidores de DVD e intentar ”educarlos” para que se pasen al Blu Ray, a la vez que se proporciona una copia digital (previa descarga de Internet con un código contenido en el pack) para disfrutar de la película también en dispositivos portátiles, como iPad, móviles o incluso Play Station 3.


Además, Fox lanzará dos packs, que a buen seguro hará las delicias de los amantes de la saga: uno con la precuela y el clásico original de 1968, y otro con los 7 títulos que conforman por ahora la saga. 
Leer más... Leer más...

26/11/11

Valentín Fdez. Tubau y la escritura para subvenciones



Como guionista amateur totalmente consciente de la dificultad de acceder a la industria y la difícil situación del guionista en España, suelo seguir de cerca todo lo que hace Valentín Fdez. Tubau (a partir de ahora VFT, como yo lo conozco de forma sui géneris), desde su plataforma Ars-Media y en colaboración con ABCGuionistas. Supongo que habrá quien lo considere un “iluminati” con poca obra conocida dándoselas de gurú del guión en español, pero qué queréis que os diga, a mi este tipo me convence. Y creo que lo que hace, aprovechando además de forma muy productiva la plataforma online, tiene mucho valor para toda la comunidad de guionistas amateurs de España e Iberoamérica. Así que, antes que nada, vaya este post como pequeño homenaje a un tipo curioso, un predicador incansable de la palabra del guión.

En fin, que con las subvenciones del ICAA al desarrollo de guiones de largometraje a la vuelta de la esquina, no podía perderme la serie de conferencias online que impartió los días 17, 21 y 23 de Noviembre sobre “escritura para subvenciones, ayudas y becas” (podeis escucharlas en diferido aquí).

Y es que el tema se las trae. Imaginaos que mezclamos todas las dudas del guionista amateur a la hora de presentar su adorado guión a productoras (formatos, contenido, modos de presentación, etc., fondo y forma, en fin), con la maraña del lenguaje administrativo típico de las convocatorias oficiales. El resultado es el caos máximo, la esquizofrenia colectiva (del colectivo de guionistas, claro) anual causada por el halo de mística, rumores y oscurantismo sazonado con sospechas de tongo que envuelve todo este tema de las subvenciones a guión. Podemos tener una buena historia, e incluso una buena técnica escribiendo, pero enseguida nos asaltan las dudas: ¿qué debo incluir? ¿cómo debo presentarlo? ¿qué se valora más? ¿a quién debo sobornar?

Alguien tenía que arrojar algo de luz sobre el asunto, y ese no podía ser otro que VFT, con unas conferencias en las que se dijeron cosas muy interesantes, en las que participaron tres invitados: Joana Chilet, aportando su experiencia como miembro de jurado, entre otros de las subvenciones del ICAA, y los guionistas, con guiones subvencionados, Daniel Remón (entre otras, “5 metros cuadrados”, actualmente en cartelera), y Grojo, miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. Paso a haceros un resumen de las ideas más interesantes:

Con las subvenciones de desarrollo a guiones de largometraje del ICAA como referencia básica de las conferencias, lo primero que dejó claro VFT es que no se premia un guión, sino un proyecto con posibilidades de desarrollo. Esto es importante, ya que no es lo mismo escribir para ayudas sobre guión acabado para ayudas a desarrollo.

Respecto a los rumores de tongo o de que están amañadas, dejó claro que más que tongo, lo que existe es la subjetividad de un jurado que puede tener ciertas preferencias por un género u otro, por una temática en particular, etc. Una idea que me pareció importante es que, para un guionista, tan importante es ponerse en la piel de los personajes como en la del miembro del jurado que tiene que evaluar nuestro proyecto. La avalancha de guiones, y la baja calidad de muchos de ellos que “intoxican el conjunto” pueden crear un prejuicio y predisponer al jurado en contra del nuestro, por muy bueno que sea. También hay que tener muy claro que ni un jurado ni un productor ni nadie (salvo nuestra madre) va a abordar la lectura de nuestro guión con el interés que nosotros creemos que merece.


Por tanto, frente a los factores subjetivos que no podemos controlar y que juegan en nuestra contra, se trata de optimizar nuestro proyecto para invertir la situación captando el interés y provocando una reacción positiva hacia nuestro proyecto.

¿Qué elementos se juzgan, qué criterios se tiene más en cuenta a la hora de valorar los proyectos? Antes que nada:

-          El formato: es eliminatorio. Es necesario un mínimo de profesionalidad en la presentación.
-          La adecuación a las bases: ¡hay que leerselas!

En este sentido, nuestro proyecto debe ser impecable, algo que al parecer no es menos habitual de lo que cabría esperar. Si pasamos este corte preliminar, estos son los criterios de valoración en el caso de las subvenciones del ICAA:

-          La historia: Se insistió en que es lo más importante, y así lo indican los 60 puntos que supone en la puntuación.

-          El curriculum del guionista: A pregunta de un servidor, guionista amateur con sensación de agravio, la respuesta fue que no es un factor determinante para la concesión de la subvención. Determinante quizá no, pero lo cierto es que supone una cuarta parte (25 puntos) de la puntación. Y además, el desarrollo de la nueva Ley del Cine de 2007 dispone “ayudas específicas a la formación no reglada” que, en las bases, se traducen en estos términos: “se valorará con un máximo de  25 puntos, la acreditación de un curso de cinematografía o de artes audiovisuales de duración no inferior a 200 horas en el que se incluya la enseñanza de escritura de guión” O sea, básicamente, que se prima a los que viene de escuelas de cine. Y yo me pregunto: ¿sirve el curso de diálogos online de VFT?

-          La viabilidad económica: supuestamente, el objetivo de la subvención es el desarrollo del proyecto y su posterior producción, y por eso, supone 15 puntos de cara a su evaluación. Algunos de los cambios que se introdujeron en cuestión de ayudas a guión en el desarrollo de la nueva Ley del Cine de 2007 intentaban paliar el problema de la cantidad de guiones subvencionados que se quedan sin producir, entre otras medidas, con el fomento de ayudas a producciones basadas en guiones a su vez subvencionados (se valoran con 20 puntos los proyectos que se basen en un guión que haya obtenido ayuda el año anterior). Por tanto, la viabilidad económica del proyecto pasa a un primer plano. Pero, ¿qué entendemos por viabilidad económica y cómo se mide? Ese punto, para el guionista ajeno a la lógica presupuestaria de las productoras, sigue quedando algo oscuro.

Pero, ¿qué es una buena historia? En general, en la conferencia se habló de escribir sobre aquello que nos motiva, ser sinceros y no intentar “vender la moto” al jurado si no creemos en nuestro proyecto. Eso es lo primero. ¿Y después? VFT insistió en que, pese a que la lógica y la claridad narrativa son esenciales, un buen argumento o una trama interesante no sirven para convencer al jurado, si no tenemos una historia que enganche, que capte el interés mediante las emociones que pone en juego. Hay que cuidar lo que llama “el canal emocional”.

Por ello, hay que “escribir desde la pasión, pero con razón”, sin pensar tanto en nuestras limitaciones (falta de experiencia, de técnica, etc.) o en lo que se suele premiar o es más comercial, o en la época en que sucede (aunque esto puede tener una importancia de cara a la viabilidad). Lo importante es la historia, las emociones que se manejan, las reacciones de los personajes, los temas que se plantean. Aunque se desarrolle en otra época o lugar, estos elementos son (o deben ser) trasladables a nuestra realidad.

Y si tenemos una buena historia, ¿qué documentación hay que presentar? Aunque depende de la convocatoria y hay que consultar las bases, normalmente son tres elementos:

-          memoria
-          sinopsis
-          tratamiento.

La memoria

Suele tener entre uno y cuatro folios (aunque siempre hay que consultar las bases), con una extensión media de dos. Es algo parecido al famoso pitch de venta, y debe responder a tres preguntas clave:

-          ¿Quién cuenta la historia? Es decir, nosotros.
-          ¿Qué implicación tenemos con esa historia? ¿Porqué queremos contarla? En definitiva, debemos demostrar esa pasión de la que hablábamos antes.
-          ¿Porqué debe ser contada? ¿Por qué merece la pena producir ese guión? En definitiva, ¿a quién le importa nuestra historia? Aquí entramos en el difícil terreno de la diferenciación, tan necesaria en cualquier mercado competitivo y saturado.

La conclusión es que la memoria es el documento más personal y debe “tocar la fibra” del jurado. Hay que tener en cuenta que nos dirigimos a una persona, no a una masa ni a una entidad, y por tanto, para convencerla, nuestro estilo debe ser (además de correcto y formal, claro), directo y sincero.

En la memoria se pueden incluir o no elementos gráficos, aunque en principio no convendría saturarla de ellos, y sólo incluirlos si aportan algo. No se recomienda intentar impresionar con diseños gráficos que se salgan del estándar, salvo en la portada, donde debemos captar el interés (el título también es muy importante para ello).

La sinopsis

Al igual que la memoria, suele tener una extensión entre uno y cuatro folios (generalmente dos estaría bien). Debe incluir el final, ya que se trata de una sinopsis para su evaluación técnica, distinguiéndola (suele haber confusión al respecto) con la sinopsis “de venta”, en la que intentamos dejar a lector en “suspenso”, guardándonos la resolución del relato.

VFT destaca que “en una sinopsis no cabe toda la trama, pero los elementos principales de la emoción del relato deben estar presentes”.

El tratamiento

Gran parte de las conferencias giró en torno al tratamiento, un formato difícil, un tema sobre el que hay muchas dudas, y muchas versiones. Algunos consejos sobre el tratamiento:

-          Con o sin encabezamientos de escena. No es determinante.
-          Según los guionistas Daniel Remón y Grojo, no hay que confundir tratamiento y escaleta. Mientras que la escaleta es un documento centrado en la estructura, para uso del propio guionista (y aquí los encabezamientos de escena sí son imprescindibles), el tratamiento sería como “una versión literaria de la escaleta” orientada a un lector externo. Dicho de otra forma, el tratamiento debe ser atractivo.
-          Por ello, hay que escribir el tratamiento pensando en el lector, aprovechando el atractivo de la palabra, de la literatura (sin excederse, claro). Una reflexión interesante: olvidarnos por un momento del cine y las imágenes y pensar que somos narradores, explicar la historia como si fuera un cuento.
-          El formato es cada vez más permisivo, ya no hace falta escribir sólo lo que se ve en pantalla, se pueden incorporar metáforas (“entra como un huracán”) y otros recursos expresivos.
-          Hay que “afilar la narrativa” para expresar justo la película que tenemos en mente. Ser concisos, no permitir interpretaciones abiertas.
-          Muy excepcionalmente, podemos incluir algún diálogo, por su importancia o expresividad, pero debemos evitar citarlos continuamente en estilo indirecto (“ella le pregunta si….” “el le contesta…”, etc.). Erro típico, se insistió mucho en esto. 
-          Centrarse más en las emociones, y en las acciones y reacciones que en los diálogos.
-          Que nuestra narrativa se exprese a si misma, que el espectador comprenda lo que sucede “sumando dos mas dos”, sin dárselo todo masticado o sobreexplicado (“Juan bebe porque está sufriendo”).

Sobre cuestiones de género y temática, y el vox populi que dice, por ejemplo, que las subvenciones suelen priorizar (como el cine español, en general) las temáticas sociales, o despreciar las comedias, nadie quiso mojarse en exceso. En todo caso, VFT sugirió hacer una investigación de aquellas temáticas y géneros que se suelen premiar, o recurrir a la prensa como “barómetro del interés social”. Respecto a los temas, no hay que confundir la controversia (la cual significa conflicto, y es algo positivo en un guión, un valor añadido) con la apología de actitudes y conductas moralmente reprobables, algo que puede hacer que nuestro guión sea desechado al instante.

Espero que este resumen os sirva de ayuda si. Las conferencias eran el preludio de un programa de seminarios y tutorias sobre el tema, del que encontrareis más info aquí. Saludos, y mucha suerte, si os presentais ;)

Os dejo los enlaces más interesantes:

Para escuchar las conferencias: http://instantteleseminar.com/?eventid=24387456

Mas info sobre el programa de escritura para subvenciones: http://www.mercadoguion.com/Escritura-Subvenciones/

Subvención del ICAA a desarrollo de guiones de largometraje: http://www.mcu.es/cine/SC/becasAyudasSubvenciones/DesarrolloGuionesLargos2011.html


Leer más... Leer más...

18/11/11

PREESTRENO 'El gato desaparece': Sorín se pasa al género con una 'historia mínima' de suspense



Si Carlos Sorín acuñó, con su mayor éxito hasta la fecha, un concepto interesante, el de “historia mínima” (que podríamos caracterizar por la austeridad, la atención a personajes sencillos y a situaciones cotidianas), podríamos afirmar que 'El gato desaparece' es una “historia mínima de suspense”: un hombre recién salido del psiquiátrico, su desconfiante esposa y un gato en ausencia son elementos suficientes para construir un austero y tenso relato de suspense clásico con aires polanskianos, más cercano al drama que al thriller, más naturalista que efectista.

El gato siempre ha sido amigo del misterio, y en esta ocasión su desaparición es una acertada metáfora de la pérdida de la confortabilidad hogareña y de la confianza en el otro. Sorín demuestra que se puede hacer thriller psicológico y mostrar la paranoia sin necesidad de tirar de flashbacks ni efectismos baratos, sino mediante un sabio uso de la luz, del encuadre, de los detalles y de la contención. El film presta más atención a la paranoia psicológica de Beatriz, la esposa preocupada por un eventual rebrote psicótico de su marido, que a una trama escuálida. Con esos mimbres, consigue arrancar el suspense de la calma chicha de una cotidianeidad aparentemente inofensiva. En este sentido, es difícil no acordarse de 'La semilla del diablo' o incluso de la menos exitosa 'La cara del terror' (‘The astronaut’s wife’, 1999), por cuanto juega a la confusión haciendo que nos preguntemos constantemente donde acaba el comportamiento extraño de Luis, el marido supuestamente curado de su brote psicótico y empieza la paranoia su mujer y su creciente desconfianza, pese a la aparente falta de motivos. Ese juego, ese progresivo intercambio de papeles, esa escalada paranoica, resulta altamente estimulante, gracias a un clima que se va volviendo cada vez más opresivo, a unos personajes bien trabajados y al magnífico duelo actoral entre Luis Luque y Beatriz Spelzini. El resto de los personajes aparecen bastante planos (los médicos, la hija, el amigo), quizá para potenciar el aislamiento y la opresión de la protagonista.

Sin embargo, todo ello no oculta la escasez de la trama, cierta falta de recorrido argumental y cierta sensación de estiramiento. Quizá por ello Sorín se ve obligado, para jugar al género, a hacer uso (e incluso abuso) del susto barato tipo “mano-en-el-hombro-por-la-espalda” o “escena-de-miedo-que-era-una-pesadilla” para mostrar la progresiva inquietud de Beatriz, aunque el film contiene también momentos muy potentes como el macabro juego del gato y el ratón (la rata, mejor dicho) en los túneles de ventilación, que por momentos recuerda a una de las historias de “Amores Perros”

En suma, nos hallamos ante un interesante cuanto de suspense con cierta etiqueta de autor, pero sin más pretensiones que las de un buen ejercicio de estilo.

'El gato desaparece' se estrenará en España el 25 de noviembre.
Leer más... Leer más...

14/11/11

Lo reconozco: me gustan algunas comedias románticas


Imaginad cual es mi sorpresa cuando, mientras disfruto en Telemadrid de "The Holiday" (2006), descubro en Filmaffinity que está considerada un "film para chicas". ¿Debería preocuparme? Y entonces compruebo que está escrita y dirigida por una tal Nancy Meyers, y ojeo su filmografia y encuentro otros dos títulos que recuerdo que me gustaron todo lo que me puede llegar a gustar una comedia romántica: "¿En qué piensan las mujeres?" (2000), y la más reciente “No es tan fácil” (2009). Parece ser que la tal Nancy Meyers es una directora especializada en comedias románticas “para chicas” (lo cual, que me perdonen, me suena a pleonasmo) servidas en deliciosos envoltorios. Confirmado: debería empezar a preocuparme. Pero que queréis que os diga. Resulta que yo, siempre preocupado e interesado por el cine que disecciona el alma humana, de repente me veo no sólo enganchado (que eso no es tan difícil, sobre todo teniendo en cuenta que uno viene de trabajar todo el finde, y sólo tiene ganas de despanzurrarse en el sofá delante de cualquier película mínimamente aceptable) sino conmovido hasta cierto punto por este film escrito y dirigido con mucho estilo y corazón, y sólo lastrado por el casi inamovible esquema de la comedia romántica "old-school".

 Es cierto que esta historia de dos (bellísimas) mujeres que deciden intercambiar sus casas en Londres y Los Ángeles para pasar unos días de vacaciones y olvidarse de sus desengaños amorosos, y acaban justamente encontrado (¡oh, qué casualidad!) el amor, no aporta nada nuevo al género. Y no es menos cierto que falta en sus dos historias algo más de tensión, de conflicto, de enredo. Cierto que es previsible y que le faltan giros que lo eviten. Y vale, todos los personajes son abrumadora, ingenua y planamente encantadores. Entonces, ¿por qué demonios me ha gustado? Pues quizá por eso mismo, porque desprende un buenismo muy reconfortante, y porque no es menos cierto que sus historias, sobre todo la de Cameron Diaz y Jude Law, respiran verdad y captan realmente bien el pulso de las relaciones sentimentales; porque los actores están magníficos (gran química entre Díaz y Law, algo más extraña la pareja Kate Winslet / Jack Black); porque los diálogos son creíbles, interesantes y profundos; porque pasando de la mojigatería y el puritanismo tan típico en estas pelis, Amanda y Graham lo primero que hacen es echar un polvo, dinamitando así el principio de la TSNR (Tensión Sexual No-Resuelta, ese viejo truco infalible) para centrarse de forma realmente humana y real (todo lo real que permiten los esquemas) en el idilio de los dos tortolitos. Y sin esa tensión, la historia se sostiene. Y te la crees, y te emocionas con momentos realmente bellos, como la visita de Amanda a casa de Graham y sus hijas. Y por que, demonios, tal y como está el patio de la comedia romántica, se agradece un buen filete de pollo a la Villeroy entre tanto perrito caliente de 50 céntimos. Además, está sembrada de referencias al cine (curioso cameo de Dustin Hoffman, uno de los personajes es…¡guionista!), y la música es variada y exquisita: suenan The Killers, Jet, algo de bossanova, jazz, soul, y la partitura original es de Hans Zimmer (que para mí siempre será el compositor de la increíble BSO de la increíble “La Roca”).

 En fin, que me habrá pillado blando, o es que realmente soy un sentimental, pero, puestos a pasar un rato entretenido sin ponerse muy sesudo, y a engañarnos un poquito con eso de la magia del amor que llega cuando menos te lo esperas, da gusto tropezarse con este tipo de comedias románticas (aunque esta es más romántica que comedia) al estilo “Love Actually”. Simpáticas, entrañables, elegantes, y tan previsibles como reconfortantes.
Leer más... Leer más...